“Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma”.
Ante las diversas situaciones que se presentan en la vida, cada ser humano tiene la oportunidad de elegir la forma de reaccionar, la actitud con que las asumirá y el aprendizaje que le quedará para el resto de su vida.
En una ocasión me sucedió que ante la situación que estaba viviendo, me detuve y pensé: “esta persona me está haciendo daño y quiere hacer infeliz mi vida” y enseguida recapacité y me dije: “no esa persona no tiene poder en mi vida, Dios me está invitando a moverme de mi esquema vital y yo le he aceptado la invitación”. Este momento fue determinante en mi vida y a partir de ahí la actitud que asumí para afrontar lo que estaba sucediendo fue diferente.
Muchas veces tendemos a culpar a otros de situaciones que han sucedido en nuestras vidas y lo cierto es que si nosotros no somos capaces de tomar las decisiones concretas en el momento preciso, otros tomarán esas decisiones que podrían marcar nuestras vidas para siempre, dejando así, el diseño de nuestro destino en manos de los demás.
En lugar de gastar el tiempo buscando los responsables de nuestro pasado, deberíamos invertir el tiempo en revisar lo sucedido, plantear el reenfoque de las circunstancias presentes e identificar el aprendizaje que nos deja para nuestro futuro.
Asumir responsabilidad por nuestra vida implica tomar decisiones, asumir riesgos, reformular objetivos, disfrutar los aciertos, sufrir los desaciertos, celebrar los logros, perdonar las ofensas, sanar resentimientos… pero en cada momento he tomado el control del timón de mi vida.
Les comparto el poema Invictus escrito en 1875 por el poeta inglés William Ernest Henley (1849–1903) y conocí este poema en la película del mismo nombre sobre la vida de Mandela, protagonizada por Morgan Freeman. Este poema es más que un ejercicio literario, es la expresión de una actitud ante las dificultades de la vida:
Invictus (español)
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.En las feroces garras de la circunstancia
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.William Ernest Henley
Lo comparto intacto contigo mi amor!!! Gracias!!!
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Asumir la responsabilidad sobre nuestras vidas, es precisamente lo que nos lleva a la libertad de saber que las decisiones que tomamos (y todo lo que ellas impliquen) brindarán plenitud a nuestra existencia.
Excelente artículo!!!
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