En la prensa o en los programas de farándula vemos noticias sobre personajes famosos y podríamos pensar que el estado permanente de esas personas es igual a lo que proyecta el personaje.
Veamos la definición de cada palabra:
- Persona – hace referencia a un ser con poder de raciocinio que posee conciencia sobre sí mismo y que cuenta con su propia identidad.
- Personaje – es una persona o ser que interviene en una obra artística (teatro, cine, libro, etc.). Los personajes suelen ser los actores principales de una ficción y quienes dan impulso a las acciones.
Entonces podríamos establecer que existe diferencia entre persona y personaje y decir que la persona “es en sí mismo” y el personaje “es lo que dice ser o aparenta ser”.
A través de las redes sociales seguimos y conocemos cantidad de personas… o mejor dicho de personajes. Me llama la atención las fotos que las personas suben a las redes, Facebook o Instagram, sus locaciones son bien escogidas, con sonrisas en sus rostros, exhibiendo su plena felicidad… viviendo momentos espectaculares o propiciando esos momentos con la única finalidad de subirlos a las redes y que los demás puedan ver donde estoy, lo que disfruto o con quien disfruto… quizás esas no son las fotos de las “personas” sino las fotos de los “personajes”, quizás no son sus caras reales, son sus máscaras, son su ficción… entonces no le conozco, solo he visto lo que me han querido mostrar.
Esta misma reflexión me lleva a pensar que las personas públicas o famosas que veo en los medios, siempre están tan bien puestas, que da la impresión de que tienen vidas lineales en las que no caben las penas, las tristezas, el desaliento, la ausencia de sonrisas, la falta de maquillaje, el desgreñe… siempre hay que estar bien puestos y arreglados, cual telenovela mejicana.
Pero no, los seres humanos tenemos subidas y bajadas, aunque no dejamos de caminar ni nos detenemos en el proceso y es por eso que aprendemos y crecemos, no nos estancamos, seguimos remando y ahí radica la verdadera felicidad, saber que toda situación pasa, que la hemos de superar y de esas experiencias tomar impulso para los nuevos retos.
Toma en cuenta que ser feliz no depende de los momentos buenos o del cumplimiento de los estándares establecidos, es la actitud con la que enfrento las circunstancias lo que determina mi felicidad.