Me lleva a reflexión escuchar hablar de educación para el éxito, ser personas exitosas, emprendedor exitoso, empresa exitosa… al igual que las vidas lineales, me pregunto: ¿esas personas o empresas exitosas siempre fueron exitosas o alguna vez, no lo fueron?
En clase, mis alumnos y yo dedicábamos una jornada a debatir sobre el éxito y sus limitaciones, no necesariamente el fracaso. Analizábamos cuantos intentos nos habían costado algunos finales exitosos en nuestras vidas. Si tomamos un día cualquiera y analizamos el proceso de cierre de cualquier tarea que haya concluido exitosamente, nos daremos cuenta del esfuerzo invertido para lograr nuestro objetivo de manera satisfactoria, así podemos ver que el éxito no es fruto de un deseo, es fruto del enfoque y la perseverancia en las metas trazadas.
¿Cuál es el significado de la palabra ÉXITO?
Encontramos que se define el éxito como “Triunfo que alguien obtiene en algo y que lo hace sumamente feliz”. Esta definición nos lleva a deducir que el éxito nos da felicidad, pero… ¿La felicidad depende del éxito? ¿Necesito ser exitoso para ser feliz?
Otra definición nos dice que éxito “se refiere al efecto o la consecuencia acertada de una acción o de un emprendimiento”. Es decir que el éxito está relacionado con el logro de las metas, es alcanzar lo que me propongo, es hacer lo que disfruto y satisface, es luchar y lograr lo que me hace feliz… y aquí se une el éxito a la felicidad de lograr ser la persona que he decidido y hacer lo que coherentemente me lleva a alcanzar eso que quiero ser, aunque no cumpla con los estándares impuestos por la sociedad, en donde éxito es sinónimo de obtener un título en una institución determinada, generar altos ingresos sin importar la procedencia, poseer artículos de marcas puntuales, relacionarme con tales o cuales personas, entre otros indicadores.
«He fallado más de 9,000 tiros en mi carrera. He perdido más de 300 partidos. En 26 ocasiones me confiaron el tiro ganador y fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida, y por eso he tenido éxito«. Estas palabras fueron dichas por Michael Jordan, una leyenda indiscutible de todos los tiempos, quien adoptó una filosofía de vida que le llevó a ser uno de los grandes del Baloncesto mundial.
Veamos esta definición de éxito: “El éxito es la paz mental, es la autosatisfacción de saber qué haces lo máximo para llegar a ser lo mejor que eres capaz de ser” [Wooden]. Tomando en cuenta esta definición no podemos percibir el éxito como un objetivo en la vida, es más bien un sentimiento, un estilo de vida que nos brinda paz y seguridad de que pase lo que pase, estamos en el camino correcto, en el sendero que hemos elegido.
Algunos puntos que pueden llevarnos a la “exitosa felicidad” pudieran ser:
- Rétate a ti mismo cada día, procura tu crecimiento personal a través de nuevas experiencias.
- Abandona toda expectativa, no esperes nada de nadie, solo de Dios, así ningún acontecimiento ni persona te desilusionará y todo lo que viene de Dios es gracia.
- Se humilde y trata a todos con respeto, la vida da muchas vueltas…
- Celebra todos tus logros, grandes o pequeños y comparte esa celebración con los otros que han sido parte de tu éxito.
- No te ates al pasado y aprende de tus errores y desaciertos, esos fallos te llevarán a una mayor aceptación de los demás y a bajar tu sentido crítico.
Toma tu tiempo y en el momento presente que estás viviendo, define lo que significa el éxito para ti.
[Wooden], John R. – Entrenador del equipo de baloncesto de la UCLA, durante 10 campeonatos nacionales, incluyendo siete consecutivos desde 1967 a 1973.