Agradecer y ser Feliz

Sábado a las 4:00 de la tarde, sentada en una marquesina esperando a alguien, contemplo la claridad de la tarde (claro, a través de unos lentes de sol) y disfruto la suavidad de la brisa en medio de la humedad del clima tropical.  Me detengo a agradecer por la disponibilidad para hacer nada, porque estoy en un momento en el que doy gracias por todo, porque todo es gracia Divina. 

Y en ese discurrir llega a mi mente el poema que inspiró a Nelson Mandela cuando estuvo en prisión, Invictus…

INVICTUS

 William Ernest Henley (1849–1903)
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

Soy el capitán de mi alma… Porque yo puedo elegir:
Abrazar en lugar de apartar 
Admirar en lugar de buscar defectos
Alegrarme en lugar de envidiar
Amar en lugar de odiar
Autenticidad en lugar de manipulación
Compartir en lugar de acumular
Confiar en lugar de temer
Consentir en lugar de disentir
Consolar en lugar de culpar
Construir en lugar de destruir
Contribuir a la paz en lugar de la violencia
Dar sin esperar recibir
Festejar en lugar de amargar
Guardar silencio en lugar de opinar
Humildad en lugar de prepotencia
Integrar en lugar de apartar
Liberar en lugar de encadenar
Motivar en lugar de desanimar
Perdonar en lugar de condenar
Respetar en lugar de humillar
Seguridad en lugar del miedo
Solidaridad en lugar del egoísmo
Trabajar en lugar del aburrimiento

Valorar y agradecer cada detalle de la vida, porque todo es gratuidad, no tengo ni he hecho nada que me haga superior o mejor que los demás y sin embargo poseo tantos regalos.  Cada día llega cargado de bendiciones y dificultades, en mis manos esta tomar la decisión de convertir esas dificultades en bendiciones, dependiendo de la forma que elija vivir cada circunstancia.

Entonces solo me queda agradecer y ser feliz.