A propósito de las informaciones recientes relacionadas a múltiples acontecimientos en diferentes ámbitos, sobre incompetencia, irresponsabilidad, falta de compromiso, corrupción y mal uso de bienes y talentos, se me ocurre pensar… que diferente sería el mundo si cada persona asumiera lo que realmente le corresponde hacer, si cada uno realizara la tarea que le han asignado o la que se ha comprometido realizar.
Por ejemplo, si fuiste contratado para limpiar un lugar, pues ocúpate de hacer esa limpieza de la mejor manera que puedas realizarlo, poniendo todo tu empeño y dedicación en que ese lugar quede lo mejor limpio posible.
Si te ha tocado la tarea de liderar un grupo, de ti se espera un comportamiento ético en la gestión del equipo a tu cargo, tu ejemplaridad será el referente de muchos y estés consciente o no, tus prácticas serán imitadas y/o juzgadas por tus seguidores.
Si tu trabajo es administrar los medios de comunicación e informar la noticia con la mayor transparencia e imparcialidad posible, sin argumentos falsos y sin vender la pluma al mejor postor, de ti se espera que puedas contribuir a elevar el nivel de la conciencia colectiva para la transformación del mundo desde la verdad objetiva.
Si eres responsable de fabricar los productos que se han de consumir, de ti se espera que hagas lo que tienes que hacer desde la formulación del producto, que la información contenida en las etiquetas de esos productos sea la real y auténtica, que tus trabajadores reciban el salario justo y además que contribuyas a la calidad de vida de la gente que colabora para obtener utilidades en esa industria, más que pagar publicaciones en las que se divulgue el compromiso social que asumes con quienes francamente pudieran no importarte.
Si eres contratado como trabajador en algún lugar de producción y/o servicio, de ti se espera que cumplas con los acuerdos contenidos en el contrato laboral: cumplir los horarios establecidos, ejecutar el trabajo con honradez y de forma eficiente, cuidando los bienes y propiedades de quien te ha brindado la oportunidad de percibir un ingreso fijo y digno.
Si eres educador de ti se espera que seas un ente modelador de las conductas de los estudiantes y que a través del ejemplo enseñes la responsabilidad y la ética necesarias para la vida en sociedad, tratar con igualdad todos tus estudiantes, respetar para que te respeten.
Como estudiante se espera que seas puntual, responsable, aplicado, respetuoso y respetado, que tengas participación, creatividad e interés por el aprendizaje.
Si eres padre o madre de familia es de esperar que estés siempre presente en la educación y acompañamiento de tus hijos, que sepas impartir disciplina y dar el buen ejemplo, respetando la individualidad de tus hijos y siendo comprensivo con sus necesidades sin mostrar debilidad y falta de carácter.
Hijos a ustedes corresponde prodigar respeto a sus padres dentro de una relación cordial y franca que no violente los límites propios del papel que a cada uno corresponde; obediencia entendida como reconocimiento de autoridad y gratitud por el don de la vida y como reconocimiento a la providencia divina en todo lo que nos ha sido dado.
Si trabajas en el área de la salud, como médico se espera de ti la consagración hipocrática al servicio de la humanidad lejos de apetencias de poder y banalidades mundanas. Del personal relacionado con la salud se espera la empatía, ser sensible ante el dolor y el sufrimiento humano.
Como ciudadano se espera que se observen, sin necesidad de presión ni coerción, los deberes que aseguran la convivencia y la paz con el resto de la humanidad, y que fluya el respeto a los derechos inalienables sin tener que llegar al reclamo y a la contienda para disfrutar libertad y dignidad; se espera que no vendas tu conciencia, que no creas ingenuamente en promesas que no pueden ser garantizadas.
Si en algún momento de tu vida te corresponde ocupar una posición de dirección, has sido elegido presidente de una organización o nación, fue porque confiaron en que tenías las cualidades y habilidades para representar ese conglomerado y responder de manera responsable y ética por los recursos que le pertenecen, además quienes te designaron para tal tarea esperan que cual “siervo fiel y prudente” hagas prosperar los bienes colocados en tus manos, sin aprovechamientos ilícitos y sin abusar del poder que te han conferido.
Va la motivación a que cada uno “atienda su cartón” y se concentre en actual con autenticidad e integridad, pues estamos cansados de ver personas triunfando atento al allante y al engaño, vivimos una crisis de credibilidad, nos hemos acostumbrado a poner en duda todo lo que se dice y a cuestionar todo lo que se nos presenta, pues estamos plagados de buscadores del triunfo fácil y rápido.
Apostemos a la excelencia, al trabajo constante para hacer las cosas bien hechas, la aspiración a lo óptimo y el combate a la mediocridad. Propugnemos por un liderazgo ético basado en valores que se reflejen a través de las acciones y decisiones. Seamos veraces, sin confundir esa veracidad con el exhibicionismo que nos carcome a través de las redes sociales, sino mas bien una veracidad que se construye en la sinceridad y la simplicidad, respetar la palabra dada que es valiosa y de fiar porque va avalada con los principios morales que conforman a quien se dedica a cumplir el rol que le corresponde.
Excelente reporte, muy acorde a los tiempos actuales donde cada vez se aplica la ley del menor esfuerzo.
Cada uno por su lado pensando en que vive su propia realidad sin importar a quien se lleve por delante.
Si cada uno hiciera lo que realmente nos toca la vida sería muy distinta a la actual.
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Excelente reflexion pero esto se ha casi erradicado de nuestra cultura, muy lamentable. Ahira todo es al vapor, a lo mas facil y rapido y con el minimo esfuerzo, o te ganas que eres muy tonto!
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