Se ha tornado compleja la relación entre los humanos, ponemos en tela de juicio todos los acontecimientos, desde el suceso más complejo hasta el más simple de los hechos nos lleva a preguntarnos cual es la intención detrás de la acción.
En este tiempo de “pandemia” nos cuestionamos sobre todas las acciones de los dirigentes de estado, de las autoridades médicas, de los medios que nos suplen las informaciones, de quienes manejan los datos, hoy cuestionamos todas las acciones y ponemos en duda las intenciones.
Observamos los acontecimientos y nos preguntamos ¿cuál será la real intención?… desde el que cometió un crimen terrible, los que observaron sin hacer nada, los que deben tomar medidas, los que protestan ante la injusticia y la discriminación, los que aprovechan la coyuntura para el vandalismo, los que se mantienen indiferentes ante los acontecimientos. ¿Qué hay en la mente de cada persona, de cada ser humano? ¿Cuál es el sentimiento más auténtico en el fondo de cada alma? ¿Cuál es el móvil real de lo que sucede?
A nivel de relaciones más cercanas, cuando hablamos con alguna persona, llevamos diálogos paralelos, la persona va hablando y nosotros tratando de descifrar lo que hay detrás de las palabras, muchas preguntas se agolpan en nuestra mente al interactuar con otros, quisiéramos poder leer a través de las miradas, pues dicen que los ojos son espejo del alma, pero no es posible. En ocasiones alguna persona a la que no contactamos frecuentemente llega a saludarnos o nos habla por teléfono e inmediatamente pensamos, ¿Cuál será su necesidad? ¿Qué será lo que quiere? ¿Para qué me estará buscando? Y si, efectivamente era solo un saludo, pero continuamos incrédulos repasando las preguntas sobre el móvil del contacto porque desafortunadamente no estamos acostumbrados a las relaciones desinteresadas, a la sencillez, a la transparencia.
A veces pienso en como seria el mundo si todos adoptáramos una vida transparente, honesta, amable y con respeto, sin esconder nada, en donde podamos hablar sin preocuparnos quien nos escuche pues todo lo que expresamos es veraz y sin intención de dañar a nadie.
La transparencia en un objeto es la propiedad de poder ver a través de él. En una persona es la capacidad que tiene un ser humano de dejarse entender por los demás de manera que puedan ver claramente sus motivaciones, intenciones y objetivos, sin tener que ocultar nada. Ser transparente es fluir y permitir que los demás fluyan, la transparencia tiene relación con la trascendencia, pues muchas veces fingimos, mentimos, inventamos para mantener el control de los objetos, las personas y los hechos, aquí y ahora, pero si dejamos fluir y construimos puentes más que muros, trascendemos siendo conscientes de que el fin último de todo nos supera, está más allá de nosotros y de los otros, está por encima de nosotros.