La palabra Epifanía viene del griego “epiphaneia” y significa aparición, manifestación o revelación. En el sentido religioso, es una manifestación o revelación divina, la Epifanía es la manifestación del Señor Jesús a todo el mundo, y ocurre cuando, según nos narra la Biblia, Él se encuentra con diferentes personas y en diferentes momentos. La Iglesia Católica considera tres acontecimientos como Epifanía:
- Epifanía de los Magos de Oriente que se celebra el 6 de enero.
- Epifanía de Juan el Bautista en el río Jordán.
- Epifanía de Cristo a sus discípulos y comienzo de su ministerio con el milagro de Caná.
En el calendario litúrgico de la Iglesia Católica el 6 de enero se celebra la Epifanía del Señor, es el Día de los Reyes Magos, se trata de la Epifanía más conocida y forma parte de las celebraciones litúrgicas de la Navidad. La celebración gira en torno a la adoración del Niño Jesús por parte de los tres Magos de Oriente.
“Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría.
Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra.” (Mt 2:10-11)
A estos reyes se les denomina “magos” no en el sentido de brujos. La palabra “mago”, en este contexto, tiene su origen en el griego magoi, que se refería a las personas de clases educadas, o sea, sabios.
Los tres reyes magos emprendieron el viaje cargando el regalo que ofrecerían al nuevo Rey. El rey mago Melchor, que se caracterizaba por su sabiduría, llevó un cofre de oro. El rey Gaspar, llamado “el generoso y bondadoso”, preparó de regalo inciensos especiales, y el rey Baltasar decidió ofrendar al nuevo Rey con mirra, usada para fabricar perfumes, medicina y papiros.
Que nos enseña la Epifanía de los Reyes Magos
- Debemos estar atentos a los signos de Dios en nuestra vida
Los magos vieron una estrella nueva en el firmamento, y ésta suscitó su interés y su búsqueda. Así nosotros debemos estar atentos a los signos que Dios va suscitando en la realidad de nuestra vida y en los acontecimientos de la historia, esto puede no ser fácil, en un mundo que pierde la capacidad de contemplar, en el que nuestros sentidos están ocupados por tantas cosas que nos distraen.
- Dios nos invita a ponernos en camino
Los magos se dejaron guiar por la estrella cuando experimentaron el impulso de ir a buscar al Niño para adorarlo. Dios nos invita a pasar de la reflexión a la acción, tenemos que hacerle frente a los “Herodes” de este tiempo, manifestados en los engaños y presiones del medio en que nos desenvolvemos. Tenemos que saber reconocer a nuestro Rey incluso si lo encontramos en la más inesperada y precaria de las situaciones, como les sucedió a los magos, al encontrar al Niño acostado en un pesebre de animales. Así el signo de Dios dará su fruto en la tierra a través de hechos concretos.
- Entregarle nuestros regalos a Dios
Los magos encontraron al Niño con María, su Madre y le entregaron sus regalos: oro, incienso y mirra. Como a ellos, a nosotros también María nos presenta a Jesús. Nuestra Madre sabe de las luchas interiores que muchas veces libramos, sabe que a pesar de todo ello queremos encontrarnos con el Niño Jesús, para postrarnos con humildad y sinceridad ante Él y ofrecerle nuestros dones, grandes o pequeños, como signo de amor.
Que la Epifanía del amor de Dios en Belén nos disponga a manifestar a Jesús a todos los hombres a través de nuestro testimonio de vida y de palabra.
Buena y edificante iniciativa
Dios siga derramando Bendiciones en ti y los tuyos mi querida Martha
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Es interesante el llamado que nos hace este escrito a estar atentos a las epifanias divinas que Dios promueve en nuestras vidas sin importar el contexto en el que cada quien esté viviendo.
Esta muy claro que debemos estar dispuestos a ofrecerle a Jesús lo mejor de cada uno de nosotros…
Muy buen escrito!!
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