Prestar atención a los demás

El uso del celular y las nuevas tecnologías han sustituido la conversación real y directa y muchas veces nos conformamos con saludar al otro a través de una breve frase escrita en alguna de las plataformas tecnológicas existentes hoy en día. También los emoticones han sustituido las expresiones reales y peor aún han sustituido la relación directa con las personas que nos rodean.

La atención tiene como finalidad retener información importante en la memoria a través de ubicarse en un espacio concreto y real que nos brinda esa información, por eso es importante concentrarse y poner interés en lo que se está haciendo.

Prestar atención es un acto de amor real, pues se dedica tiempo y dejando fuera todo elemento que pueda ser distractor en el momento en que todos los sentidos están destinados a escuchar, mirar, oler y sentir, pero más que sentir con el tacto, es sentir con el corazón para que cada expresión del otro sea asimilada sin prejuicio, sin adivinanzas ni suposiciones.   Por eso es un acto de amor, porque se deja todo lo que pudiera ser importante para que sea la otra persona, lo único importante en ese momento, posibilitando así el cambio y la transformación de quienes intervienen en una relación, modificando hábitos, conductas y situaciones que tienden a causar tristeza, dolor, angustia o cualquier otra emoción no productiva.

Pensemos cuantas veces en el día atendemos a las personas que nos rodean con esta intensidad y exclusividad, dado que hoy está de moda el “multitasking” en donde dividimos nuestra atención en múltiples tareas sin poner real atención a ninguna de ellas, es difícil que prestemos la debida atención a nuestras interacciones y conversaciones.

En comunicación, “no prestar atención” significa desestimar, evadir, negar, omitir lo que dice la otra persona causando grandes vacíos, frustraciones y sentimientos negativos en la persona no atendida y limitaciones en la persona que no presta atención.

Muchas veces las personas cohabitan en un espacio, una misma casa y su frecuencia de encuentro físico es casual, no hay frecuencia ni formalidad en el encuentro que permita mirar a los ojos a la otra persona, escucharla a veces sin palabras, ver su aspecto o percibir su estado real.

Se hace necesario que nos prestemos más atención real y efectiva y para ello podemos observar los siguientes puntos:

  • Dedicar espacio a interactuar con las demás personas, sobre todo con aquellas personas que son importantes en nuestra vida.
  • Practicar la escucha activa, disponer no solo los oídos, sino también el corazón, escuchar para comprender a la otra persona no para juzgar ni etiquetar.
  • Hacer contacto visual y tratar de mantenerlo durante la conversación.
  • Resistir la tentación de interrumpir o concluir las ideas de la otra persona.
  • Hacer preguntas abiertas, pedir clarificación y ejemplos específicos que ayuden a una mejor comprensión y entendimiento.

No demos por sentado el estado, las ideas, ambiciones y necesidades de los demás, estemos atentos, prestemos atención, abramos nuestro corazón al misterio de la otra persona, a sus sentimientos y experiencias no conocidas.

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2 comentarios sobre “Prestar atención a los demás

  1. Es lamentable, pero cada día la gente ha cambiado los afectos, los acercamientos cara a cara, y ha dejado de escucharse y escuchar a los demás.

    Y poco hacemos para cambiar la situación.

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